Buscaba un lugar tranquilo, sin vecinos ni carreteras cercanas. Aquella cabaña de madera situada en la ladera de la montaña, rodeada de naturaleza y lejos de toda civilización, superaba mis expectativas.
Comencé mi primer día contemplando el despliegue de colores que me ofrecía el amanecer, mientras daba buena cuenta del sustancioso desayuno que me había preparado. Le di un último vistazo al mapa donde me marcaba el camino que debía seguir; quería conocer los rincones de aquella montaña. Metí en mi mochila todo lo necesario para mi paseo matutino e inicié mi aventura.
Llevaba varias horas caminando por un sendero apenas transitado, al punto que no podía seguirlo pues la vegetación lo iba escondiendo bajo mis pies. Temerosa de perderme, quise retroceder sobre mis pasos… Pero ¡el camino había desaparecido!. Despacio observé el oscuro bosque que me rodeaba encontrando un punto por el que parecía verse un claro.
Llegué a la linde del bosque dando con un inmenso páramo en cuyo centro un haya de grueso tronco y abundantes ramas me desvelaba su antigüedad. Atraída como un imán me acerqué a descansar bajo su sombra.
Descubrí un montón de piedras cerca del árbol. Al encaramarme a ellas pude distinguir las ruinas de lo que fue una gran casa. De allí me llegaba una voz melodiosa entonando una canción. Atisbé a una mujer sentada en un trono de piedra. Llevaba un vestido blanco vaporoso, que le daba un aspecto etéreo. En los rizos de su larga melena se enlazaban flores silvestres. Asombrada contemplé el nido de pájaros que llevaba en la cabeza y ante mi incredulidad el sonido que hacía cada pájaro al piar era una letra del abecedario. La dama me pidió que me acercara y con tono apacible me dijo “ La inspiración es como la primavera, sabes que llegará con su explosión de vida y tus sentidos se prepararán para recibirla”
El sonido del libro al caer de mi mano me despertó. Todo había sido un sueño extraño, pero… a mis pies había un nido de pájaros.
Molí del Canyer nos convoca este jueves a contar una historia sobre “Un lugar recóndito”. Pulsa aquí para leer otros relatos sobre esta proposición.
Imagen cedida por Omega Orbius y sus Letras viajeras
No salió mi comentario..
Me encantó este cuento. Muy bello.
Saludos
Gracias Maite. Un abrazo
Fascinante y hermoso relato. Además escrito de un modo ágil y cuidadoso.
Te felicito por tu imaginación.
Un abrazo (te escribo desde mi wordpress, pero vengo del blogspot. que has comentado
Gracias por pasar de blogspot aquí.
Gracias por tus palabras
Un saludo
Los sueños, qué de puertas oníricas nos abren. Y cómo lo necesitamos. Muy chulo.
Un abrazo, y feliz tarde
Ansiosa por conocer a su musa, soño un bello cuento, con el que asegurarse una buena historia, con un nido de pájaros de testigo.
Saludos.
La magia y la ternura en el fondo de una realidad que se desierta más allá de la ensoñación.
Un beso enorme, Leonor.
A la vida tenemos que añadirle la magia y la ternura, sin ellas nuestro camino puede ser muy oscuro.
Gracias por pasar a leer.
Un abrazo.
Muy bello Leonor. Al principio pensé en hechos terribles, pero no, auténticamente vos, siempre termina bien
Cierto, no me gusta dejaros, los lectores, con un final amargo.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
La magia hecha realidad en visiones que van más allá de un sueño. Precioso y fantástico. Besos.
Gracias por tus palabras. Este ha sido mi primer relato con un punto de fantasía y magia.
Un abrazo
Los sueños a veces nos desvelan verdades que las tenemos oculta detrás de nuestra masa gris …
Tal vez esos pájaros le traiga nuevos retos en su vida.
Un saludo , feliz tarde.
Así es Campirela. Soñar nos desvela lo que no vemos despiertos.
Un abrazo 🙂
Hola Leonor. Muy onirico y mágico tu relato. Ese personaje bien podría ser una de tus musas que buscaba entusiasmarte para retornar a los encuentros jueveros 😊. Un abrazo
Ya has visitado a la musa mayor y te ha dado pruebas de que no es solo un sueño
Una excursión de inquietante a onirica
Saludos
Hola Gabriel. Gracias por pasar y dejar tu comentario.
Los sueños, a veces, son tan reales como la vida.
Un saludo
Has desvelado el fondo del relato 😉 Me encanta participar en los jueveros, pero no todas las semanas llega la inspiración.
Un abrazo Mónica