¿En qué momento sucedió? No lo recuerdo. Contemplo mis manos, tiemblan como las hojas de un árbol sacudidas por el viento, no consigo rememorar cómo fue. Llevábamos semanas dándole vueltas, sabíamos que era difícil, pero debíamos intentarlo, aquello era un sueño y queríamos ser parte de él. Habíamos subestimado las posibilidades: el calor, la sed, los gritos, la edad… todo estaba en contra. Pero allí estábamos, mirándonos, con el deseo de ver quién era el primero en salir corriendo.
Llegó el momento y pensé que aquel sería mi final, moriría antes de comenzar de un ataque al corazón o de pánico, vete tú a saber… Seguramente ya estaba muerto.
La necesidad de expresar todo lo que fluía en su interior les impulsaba a dar aquel paso. Aquella fuerza inesperada que tiraba de ellos les obligaba a seguir. El destino les había vuelto a poner encima de aquel escenario y era hora de comenzar. Los Beatles habían regresado.
Los primeros acordes de “Love me do” sonaron en mi despertador haciendo que aquel fantástico sueño desapareciera.
Bonito sueño