Había llegado al aeropuerto de Gatwick, Londres, en el último vuelo. Entró a trabajar en la aseguradora con la condición de que tenía que viajar. En aquel momento le pareció fantástico, un trabajo que le permitía viajar y visitar los mejores museos del mundo. Empezaba a dudar si había hecho bien… Estaba cansada, era muy tarde y por la mañana a primera hora tenía que estar en el British Museum.
Cuando llegó a las rampas de salida apenas quedaban pasajeros. Empezó a andar por la cinta. Los tacones la mataban; agradecía que en la salida le esperara un coche que la llevaría directamente al hotel.
Cuando traspasó el control de pasaportes vio las lonas que cubrían el pasillo de salida. Sorprendida se quedó mirando aquellas cortinas de plástico azulón. Buscó a quién preguntar; no encontraba ningún otro cartel que le indicara por dónde salir… Dio una vuelta a su alrededor… Dónde estaba todo el mundo… Había sido la última en pasar el control y los agentes ya se habían ido… Se paró unos minutos a pensar qué hacer. Sabía que el otro pasillo iba en dirección contraria a su destino, que era la salida de aquel aeropuerto inglés. Suspiró, empujó su maleta y se encaminó por el pasillo al que no se le veía el final. Los minutos eran eternos. Empezó a caminar deprisa. No había ni un alma a quien preguntar. Agobiada sacó el móvil para llamar a su jefe… ¡No tenía cobertura! Estaba cansada, tenía hambre, le dolían los pies… Aquello no podía ir peor… Parada en la nada de aquel pasillo mirando a un lado y otro sin saber si retroceder o seguir, un golpe seco llamó su atención. Al mismo tiempo se apagó la luz, dejándola en penumbra con las luces de emergencia… Podía oír el latido de su corazón. Volvió a oír ese ruido pero esta vez más cerca. Quiso echar a correr pero el miedo la paralizaba. Tenía que moverse y salir de allí…
—Señorita, despierte. Ya hemos llegado al aeropuerto de Londres.
Convocatoria de “Este jueves relato”
¡Hola, Leonor! Es la primera vez que vengo a tu “casa”. Buenísimo el relato, qué ansiedad has conseguido crear en el ambiente. Y muy bien redactado. Felicidades.
Un beso
Me ha encantado. Qué Miedos salen a pasear en los dueños, amiga, pero nos ha llevado por la pesadilla solitaria.
Un abrazo
Has conseguido hacerme partícipe de tu angustia, ¡qué mal lo he pasado! pero a la vez te digo ¡qué bien lo has descrito!
Mil gracias por tus palabras 😉
Te había puesto un comentario peor no aparece. Veamos si ahora tengo mejor suerte. Te decía que menos mal que era solo una pesadilla, muy angustiante, por cierto. Y espero que tu protagonista pueda disfrutar de una ciudad tan magnífica como Londres y en especial, del British Museum que es alucinante y en el cual he estado muchas veces. Incluso una de todo una semana, desde que abría hasta que cerraba, estudiando sus colecciones arqueológicas.
Muchas gracias, Leonor, por haberte sumado a mi convocatoria. Besos
Menos mal que se trataba de una pesadilla, muy angustiante, por cierto. Esperemos
que tu protagonista disfrute de una ciudad tan espectacular como la de Londres y en especial, el Britisk Museum que es
realmente magnífico y en el que he estado muchas veces. Recuerdo una vez haber pasado en él una semana completa desde que abría hasta que cerraba estudiando sus colecciones arqueológicas.
Muchas gracias, Leonor, por haberte sumando a mi convocatoria. Besos
Soy una enamorada de Londres. Cuando he ido ha sido por pocos días, pero la visita al British Museum no podido faltar.
Gracias a ti por esta convocatoria. Besos
Me estaba empezando a asustar cuando nos despertamos: la protagonista y yo. Excelente Leonor, como siempre.
Gracias 😉
Sin duda esa mano que la despertó fue lo más oportuna para que su angustia cesará ..Un trabajo donde el viajar forma parte de él mismo.
Gracias por este viaje ..Un saludo feliz día.
Una mano que llega en buen momento. Gracias por tu comentario 😉
A veces los nervios afloran en los sueños y nos juegan una mala pasada. Saludos jueveros 😊