Gracias por dedicar unos minutos a darte una vuelta por aquí. Siempre he tenido historias rondando en mi cabeza, pero cuando alguna vez las escribía, ya terminadas, las destruía. ¿Quién era yo para ponerme a escribir? Pero hubo una historia que no pude destruir y fue “La ventana de la vida”, tenía que dejar que esa bonita historia de amor, amistad y lucha viera la luz. Así fue como me decidí a tirarme a esta piscina y empezar a nadar disfrutando del momento. Lo malo o mejor dicho lo bueno es que cuando empiezas y ves que la gente te apoya por qué les gusta tu obra ya no puedes parar de escribir, y yo disfruto haciéndolo.
Aquí encontrarás pequeños relatos, anécdotas, pensamientos, reflexiones… y mucho más.